Tuzla, con un desgarrador efecto de la Guerra de los Balcanes, es hoy una ciudad deprimida cuyo único atractivo son los Lagos Panónicos o Lago Salado, el único en Europa.
Categoría: Europa del este
Qué ver y visitar en tus viajes a Albania, Bosnia y Herzegoniva, Croacia, Eslovenia, Montenegro y Rumanía
La Ljubljana nocturna más alternativa y transgresora
Metelkova es el barrio alternativo donde disfrutar de una vida nocturna y sorprendente en la tranquila capital de Eslovenia, Ljubljana.
El puente de Mostar, apacible símbolo de la guerra más cruel
El Neretva atraviesa sosegado la capital de Herzegovina y discurre bajo el arco más famoso de los Balcanes, uno de … Más
Ljubljana, la pequeña y discreta Viena balcánica
La capital de la pequeña Eslovenia, la república más europea de las exyugoslavas, es una copia modesta de la Viena Imperial.
Kravica, las cascadas más sublimes de Bosnia y Herzegovina
Cerca de la frontera con Croacia, cerca de la carretera de Dubrovnik a Mostar, emerge el rincón más espectacular de Bosnia y Herzegovina: las cascadas de Kravica o Kravice.
Korcula… ¡qué chula!
Korcula es una de las islas más espectaculares de la Costa Dálmata, en Croacia. Clima envidiable y un mar de azul intenso arropan un señorial centro histórico.
Bled, su lago y su isla, el ensueño de Eslovenia
Bled, en medio de los Alpes Julianos, es la joya de Eslovenia. El castillo construido sobre un islote en el centro de un lago es la mejor postal del país.
El cementerio feliz de Sapanta: la alegría de morirse en Rumanía
El «cementerio feliz» de Sapanta, en el norte de Rumanía, donde la señal de teléfono ya es la de Ucrania, es uno de los lugares más curiosos para visitar en el país. En la región de Maramures, la más tradicional y rural, el cementerio donde se celebra la vida que llevaron los muertos es visita obligada.
Visegrad, un puente sobre el Drina
En la eterna ciudad-frontera con Serbia y, en su día, con el Imperio Otomano, se erige y sobrevive al paso de los siglos el puente de Visegrad. Un puente sobre el río Drina que dio título a la célebre obra del Nobel Ivo Andric.
El mar sin playas de Eslovenia
Aunque con 40 kilómetros de costa, Eslovenia casi no cuenta con playas al uso. Locales y visitantes disfrutan del mar en los rincones más insospechados. Pero, sobre todo, de pequeñas joyas costeras como Piran o Izola. Una zona, Capodistria, que es la más italiana del país.