Chester, la ciudad de cuento a media hora del corazón industrial de Inglaterra
Parece mentira que, a media hora del corazón industrial de Inglaterra, rodeada de ciudades plagadas de fábricas y humos, aparezca Chester, coqueta villa en la que se echan de menos los carros tirados por bueyes y los fajos de cebada en la plaza.
Porque en Chester, con sus estructuras y fachadas de madera, sus pronunciados tejados a dos aguas, la reluciente blancura y las calles adoquinadas, podemos pensar que paseamos por la Inglaterra de Shakespeare.
El centro histórico, amurallado, aún es el mismo que en época romana
Cerquita de Gales, las murallas romanas y medievales enmarcan un precioso centro histórico coronado por la catedral y el puente. Sus cuatro calles principales siguen siendo las mismas desde la fundación romana, a principios de nuestra era.
La ciudad ha dado a Inglaterra ciudadanos ilustres, como Michael Owen o Daniel Craig, pero también ha contribuido a la historia de su país. Chester fue, por ejemplo, una de las últimas ciudades que cayó ante los normandos. También Chester dio nombre a una importante batalla contra los bárbaros en los inicios de la Edad Media, y se convirtió en uno de los centros más importantes de la Revolución Industrial.
Tan cerca de Liverpool, Chester es, sin embargo diametralmente opuesta a la villa natal de los Beatles. A su encantadora ciudad vieja, se unen los parques. Es la ciudad más hermosa y con más encanto de Inglaterra. Y, aunque la recorramos en una hora, la misma calle es diferente en cada paseo.