Tuz Gölü, el lago de Sal de Turquía

Tuz Gölü, el lago de Sal o lago Salado de Turquía

El lago de Sal o lago Salado de Turquía: del blanco radiante a un rosa sobrenatural en unas semanas

Entre Capadocia y Ankara, el lago de Sal, lago Salado o Tuz Gölü es una parada obligatoria. Tuz significa sal en turco; y Gölü, lago. Por lo tanto, su nombre significa simplemente eso: lago Salado o lago de Sal.

Es la mayor extensión de sal de Turquía y el segundo mayor lago dle país. Su visión es impresionante: una extensa superficie de un blanco insultante para los ojos. Hasta a la cámara le cuesta enfocar. En verano se dan dos fenómenos impresionantes en el lago.

Con los primeros calores, el agua se evapora y el lago de serlo. Queda entonces una inmensa salina, como en la foto principal de este viaje por el lago Salado. Su grosor puede llegar a los 30 centímetros y se puede pasear sobre él.

Según avanza el verano, el lago parece un paisaje extraterrestre: un alga que dormita bajo sus aguas florece y tiñe todo el lago de rosa, rojo fulgoroso incluso en lugares con mucha concentración de flores.

El lago de Sal, una parada obligada entre Capadocia y Estambul

El lago de Sal o Tuz Gölü es una excursión habitual al ir hacia la Capadocia o irse de ella. Está cerca de Ankara, y de hecho su orilla es paralela durante un buen tramo a una de las carreteras principales que corren desde el interior de Turquía hasta la capital.

Estas carreteras son la evolución de los antiguos caminos de la Ruta de la Seda, que pasaba por aquí. Por ello, el camino sigue plagado de «caravasares», los palacios de caravanas. Se trata de construcciones habilitadas para las paradas de esas caravanas de comerciantes.

Algunos son considerados un atractivo turístico, como Sultanhani, Agzikarahan, en Aksaray; y un poco más hacia Capadocia, en Avanos, el de Sarihan, donde también pueden disfrutarse las danzas rituales de los derviches.

Ankara, ciudad administrativa de paso

Turquía forma parte de ese puñado de países en los que otras ciudades espectaculares eclipsan capitales de nuevo cuño o situadas más estratégicamente, como Brasilia en Brasil; Washington en Estados Unidos; o Camberra en Australia.

En el caso turco, Estambul sigue siendo la ciudad de ensueño, la que atrae a todo el turismo, la que recoge las riquezas arquitectónicas y culturales. Pero hace menos de un siglo, desde 1923, que la nueva república cambió de capitalidad. Kemal Atatürk, el gran ídolo de la independencia tras quedar el Imperio Otomano bajo control aliado al finalizar la I Guerra Mundial, decidió proteger el centro político del país. Ankara, la antigua Angora, apenas un pueblo en mitad de la península de Anatolia, fue el lugar elegido.

Las pocas riquezas culturales y arquitectónicas de Ankara apenas tienen unas decenas de años. Ankara floreció con la capitalidad y pasó de 15.000 habitantes a sobrepasar los 5 millones.

Anitkabir, la tumba de Atatürk, el gran mausoleo de Turquía

En Turquía hay tres cosas sagradas para los turcos: las madres, la bandera y Atatürk. Mustafá Kemal Atatürk es el padre de la Turquía moderna, quien convirtió el Imperio Otomano en la República de Turquía tras la I Guerra Mundial. Por ello, es venerado en todo el país y en torno a la veneración de su figura se erigió un gran mausoleo que es el mayor monumento de Ankara. Anitkabir, literalmente «tumba conmemorativa», fue erigido en la conocida como «colina de Observación», una elevación con unas vistas que abarcan toda Ankara.

Su construcción se prolongó durante 9 años. Se trata de un complejo mastodóntico con un paseo de casi 300 metros vigilado por leones, una plaza ceremonial, la tumba en sí y un parque que lo rodea todo.

Un bosque de torres, muchas de ellas dedicadas a eventos o personas: la de la paz, la de la victoria o la de la independencia, por ejemplo.

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